jueves, 23 de octubre de 2008
El arte: ¿una máquina vacía?
El arte: ¿una máquina vacía?
Nos gustaría hacer duetos con grandes artistas de este país
como Gloria Trevi, Paquita la del Barrio y Juan Gabriel, la
máxima estrella que tienen en México.
Miranda.
Un amigo me comentó el otro día que le gustaría organizar una exposición donde “Don Vicente Fernández” escribiera la crítica de la misma. Los cuadros son una serie de pinturas de tipo minimalista, o post, o neo-minimalistas, cuyo único motivo son una serie de frases como: Lo mucho se vuelve poco con desear otro poco mas, Amistad que siempre dice dame, más que amistad parece hambre, El amor siempre encuentra un camino y La aflicción, como el herrero, nos forja a golpes máximas retomadas de las pastillas sabor menta inglesa Usher. La idea de convocar a un cantante de música ranchera y no a un crítico de arte, sea poco o más conocido que “Don Guillermo López Langarica” -quien ganó fama gracias a YouTube y su frase: ¡me amarraron como puerco!- no deja de llamar la atención en el punto de indagar los nuevos modos en que el mundo del arte se desenvuelve a partir de la crisis del concepto arte.
Después del fin del arte
Arthur Danto, una de las principales figuras de la crítica actual, en su libro Después del fin del arte indaga la crisis de este concepto. El verdadero terremoto, sostiene, tuvo lugar al comienzo del siglo XX con la emblemática Fontaine de Duchamp y las vanguardias artísticas que allanaron el camino para la introducción de obras difícilmente reconocibles como arte.
A la muerte del arte, anunciada antes por Hegel, se sumaba la desintegración de varios de sus componentes básicos: la belleza, la originalidad, el progreso, lo único, lo nuevo, lo universal y lo significativo, todos ellos ejes rectores de la modernidad artística. A partir de entonces estos antiguos ideales empezaron a perder su sentido y se prepararon para una larga e interminable agonía. Ahora se puede afirmar, de acuerdo con la frase jocosa de Umberto Eco, irónicamente retomando a Woody Allen: Dios ha muerto, el arte dejó de existir, la historia ha llegado a su fin, y yo mismo no me siento del todo bien.
La afirmación de que el arte había terminado era una afirmación acerca del futuro, no se trataba de que no habría más arte, sino de que dicho arte sería arte después del fin del arte, arte poshistórico.
Los vacíos que nunca se han llenado
Fue en los inicios del renacimiento donde tuvo su origen el concepto arte, no obstante ¿Qué relación sigue manteniendo el arte con sus antiguos postulados?
Una señal de la crisis del arte es que ya no existe una estructura para definir un estilo. Actualmente, no hay una forma verdadera de arte, uno puede, según Andy Warhol, ser un expresionista abstracto, o un artista pop, o un realista, o cualquier cosa. No hay formas que estén prohibidas. Tal vez, lo único que está prohibido es que ellas tengan el mismo significado que tenían antes.
En una era como la nuestra, en un tiempo poshistórico y, de alguna manera, posidealista, los trastornos de la idea del arte confluyen con la crisis de la cultura contemporánea. La confusión entre lo culto y lo ordinario, que los medios masivos de comunicación trajeron aparejados, en su insistente exaltación de lo banal, no es ajena al mundo del arte, de modo que actualmente existe la dificultad para identificar un ideal específico de arte
La Caja Brillo
Arthur Danto[1], en el capítulo que dedica a la obra Brillo Box de Andy Warhol, se pregunta: ¿qué hace que las cajas de Warhol sean arte y las mismas apiladas en las estanterías de los supermercados con el mismo formato y color no lo sean?
Brillo Box propuso una demanda revolucionaria en la medida en que planteó que las cosas comunes tuvieran la misma posición que las llamadas obras de arte. Que un objeto, como una vulgar caja brillo, se viera elevada a la categoría de arte, mediante su admisión en el mundo del arte, parecía, en aquel entonces, estar fuera de toda razón.
Brillo Box proclamo su reivindicación de ser arte en tanto que se propuso como metáfora: la “caja Brillo como obra de arte”. Y al cabo, esta transfiguración nos hiso conscientes de las estructuras del arte, las cuales necesitaron de un cierto desarrollo histórico para que esta metáfora fuera posible. Pero en el momento en que ya fue posible, la Caja Brillo vino a ser algo inevitable. Inevitable porque había de convertirse en el gesto común del artista contemporáneo, bien con este objeto, bien con cualquier otro. Porque en este momento cualquier cosa puede ser arte.
Como obra de arte, Brillo Box no sólo enfatiza que en virtud de sus atributos físicos es una caja Brillo, sino también hace lo que las obras de arte han hecho desde siempre: exterioriza un modo de contemplar el mundo, expresa el interior de una época cultural y se ofrece como un espejo para poner en evidencia lo relativo de las ideas artísticas. Tomando conceptos de Danto: es un determinado momento histórico el que permite que un objeto como una "Caja Brillo" sea arte.
Andy Warhol, Don Guillermo López Langarica y los quince minutos de fama
¿Qué tienen en común don Guillermo López Langarica y Andy Warhol? Por un lado no hay que olvidar que fue el arte pop precisamente, un movimiento conectado con la moda, la cultura de masas y la política, y por otro lado, fue Warhol quien acuño la frase: todo mundo tiene derecho a sus quince minutos de fama.
Bajo las premisas expuestas en este texto, cabria proponer el video del niño Edgar de monterrey (y su grito legendario ¡ya, güey!) como arte ¿Cuál seria la diferencia entre mostrarlo en el MoMA[2] de Nueva York y su igual circulando en YouTube?
El ejemplo intenta dejar claro que la diferencia entre arte y realidad no se puede entender sin una descripción que configure al arte, o como diría Danto: Nada es una obra de arte sin una interpretación que la constituya como tal. Tampoco se puede enseñar el significado de la "obra de arte" sin plantear la pregunta filosófica natural del arte: ¿Qué es arte?
Manuel Velázquez
Octubre 2008
[1] DANTO, Arthur C., (1999) Después del fin del arte, Paidós, Transiciones, Barcelona.
[2] El MoMA es el acrónimo en inglés de Museum of Modern Art, Museo de Arte Moderno de Nueva York, nombre por el que es conocido. Sus edificios permanentes se encuentran situados en Manhattan en el 11 West con la 53 Street de Nueva York. El MoMA abrió sus puertas al público el 7 de noviembre de 1929.
Es considerado uno de los santuarios del arte moderno y contemporáneo del mundo, constituyendo (a juicio de muchos) una de las mejores colecciones de obras maestras.
Nos gustaría hacer duetos con grandes artistas de este país
como Gloria Trevi, Paquita la del Barrio y Juan Gabriel, la
máxima estrella que tienen en México.
Miranda.
Un amigo me comentó el otro día que le gustaría organizar una exposición donde “Don Vicente Fernández” escribiera la crítica de la misma. Los cuadros son una serie de pinturas de tipo minimalista, o post, o neo-minimalistas, cuyo único motivo son una serie de frases como: Lo mucho se vuelve poco con desear otro poco mas, Amistad que siempre dice dame, más que amistad parece hambre, El amor siempre encuentra un camino y La aflicción, como el herrero, nos forja a golpes máximas retomadas de las pastillas sabor menta inglesa Usher. La idea de convocar a un cantante de música ranchera y no a un crítico de arte, sea poco o más conocido que “Don Guillermo López Langarica” -quien ganó fama gracias a YouTube y su frase: ¡me amarraron como puerco!- no deja de llamar la atención en el punto de indagar los nuevos modos en que el mundo del arte se desenvuelve a partir de la crisis del concepto arte.
Después del fin del arte
Arthur Danto, una de las principales figuras de la crítica actual, en su libro Después del fin del arte indaga la crisis de este concepto. El verdadero terremoto, sostiene, tuvo lugar al comienzo del siglo XX con la emblemática Fontaine de Duchamp y las vanguardias artísticas que allanaron el camino para la introducción de obras difícilmente reconocibles como arte.
A la muerte del arte, anunciada antes por Hegel, se sumaba la desintegración de varios de sus componentes básicos: la belleza, la originalidad, el progreso, lo único, lo nuevo, lo universal y lo significativo, todos ellos ejes rectores de la modernidad artística. A partir de entonces estos antiguos ideales empezaron a perder su sentido y se prepararon para una larga e interminable agonía. Ahora se puede afirmar, de acuerdo con la frase jocosa de Umberto Eco, irónicamente retomando a Woody Allen: Dios ha muerto, el arte dejó de existir, la historia ha llegado a su fin, y yo mismo no me siento del todo bien.
La afirmación de que el arte había terminado era una afirmación acerca del futuro, no se trataba de que no habría más arte, sino de que dicho arte sería arte después del fin del arte, arte poshistórico.
Los vacíos que nunca se han llenado
Fue en los inicios del renacimiento donde tuvo su origen el concepto arte, no obstante ¿Qué relación sigue manteniendo el arte con sus antiguos postulados?
Una señal de la crisis del arte es que ya no existe una estructura para definir un estilo. Actualmente, no hay una forma verdadera de arte, uno puede, según Andy Warhol, ser un expresionista abstracto, o un artista pop, o un realista, o cualquier cosa. No hay formas que estén prohibidas. Tal vez, lo único que está prohibido es que ellas tengan el mismo significado que tenían antes.
En una era como la nuestra, en un tiempo poshistórico y, de alguna manera, posidealista, los trastornos de la idea del arte confluyen con la crisis de la cultura contemporánea. La confusión entre lo culto y lo ordinario, que los medios masivos de comunicación trajeron aparejados, en su insistente exaltación de lo banal, no es ajena al mundo del arte, de modo que actualmente existe la dificultad para identificar un ideal específico de arte
La Caja Brillo
Arthur Danto[1], en el capítulo que dedica a la obra Brillo Box de Andy Warhol, se pregunta: ¿qué hace que las cajas de Warhol sean arte y las mismas apiladas en las estanterías de los supermercados con el mismo formato y color no lo sean?
Brillo Box propuso una demanda revolucionaria en la medida en que planteó que las cosas comunes tuvieran la misma posición que las llamadas obras de arte. Que un objeto, como una vulgar caja brillo, se viera elevada a la categoría de arte, mediante su admisión en el mundo del arte, parecía, en aquel entonces, estar fuera de toda razón.
Brillo Box proclamo su reivindicación de ser arte en tanto que se propuso como metáfora: la “caja Brillo como obra de arte”. Y al cabo, esta transfiguración nos hiso conscientes de las estructuras del arte, las cuales necesitaron de un cierto desarrollo histórico para que esta metáfora fuera posible. Pero en el momento en que ya fue posible, la Caja Brillo vino a ser algo inevitable. Inevitable porque había de convertirse en el gesto común del artista contemporáneo, bien con este objeto, bien con cualquier otro. Porque en este momento cualquier cosa puede ser arte.
Como obra de arte, Brillo Box no sólo enfatiza que en virtud de sus atributos físicos es una caja Brillo, sino también hace lo que las obras de arte han hecho desde siempre: exterioriza un modo de contemplar el mundo, expresa el interior de una época cultural y se ofrece como un espejo para poner en evidencia lo relativo de las ideas artísticas. Tomando conceptos de Danto: es un determinado momento histórico el que permite que un objeto como una "Caja Brillo" sea arte.
Andy Warhol, Don Guillermo López Langarica y los quince minutos de fama
¿Qué tienen en común don Guillermo López Langarica y Andy Warhol? Por un lado no hay que olvidar que fue el arte pop precisamente, un movimiento conectado con la moda, la cultura de masas y la política, y por otro lado, fue Warhol quien acuño la frase: todo mundo tiene derecho a sus quince minutos de fama.
Bajo las premisas expuestas en este texto, cabria proponer el video del niño Edgar de monterrey (y su grito legendario ¡ya, güey!) como arte ¿Cuál seria la diferencia entre mostrarlo en el MoMA[2] de Nueva York y su igual circulando en YouTube?
El ejemplo intenta dejar claro que la diferencia entre arte y realidad no se puede entender sin una descripción que configure al arte, o como diría Danto: Nada es una obra de arte sin una interpretación que la constituya como tal. Tampoco se puede enseñar el significado de la "obra de arte" sin plantear la pregunta filosófica natural del arte: ¿Qué es arte?
Manuel Velázquez
Octubre 2008
[1] DANTO, Arthur C., (1999) Después del fin del arte, Paidós, Transiciones, Barcelona.
[2] El MoMA es el acrónimo en inglés de Museum of Modern Art, Museo de Arte Moderno de Nueva York, nombre por el que es conocido. Sus edificios permanentes se encuentran situados en Manhattan en el 11 West con la 53 Street de Nueva York. El MoMA abrió sus puertas al público el 7 de noviembre de 1929.
Es considerado uno de los santuarios del arte moderno y contemporáneo del mundo, constituyendo (a juicio de muchos) una de las mejores colecciones de obras maestras.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)