domingo, 4 de septiembre de 2011

Híbridos del imaginario, Rabí Montoya


En su obra, Rabí Montoya también reflexiona sobre la memoria y las experiencias vividas, los registros emocionales y físicos producidos en el transcurso de la vida. Sus piezas un tránsito entre lo real y lo representado. Parece que nos moviéramos en un espacio de contornos poco definidos, en un área fronteriza donde los límites suelen no ser precisos y los acontecimientos se suceden en la re
La exposición de esculturas en cerámica Híbridos del imaginario de Rabí Montoya parte de la frase “cosechamos lo que sembramos”. Desde el concepto de hibridación, produce metáforas que rescatan nociones sobre la fertilidad y la reproducción, son semillas entrando a la tierra y en algunos casos, germinando. Para reforzar su mensaje, Rabí Montoya utiliza elementos orgánicos transformándolos en abstracciones. En esta muestra, dentro del Tercer Coloquio Internacional de Escultura en Cerámica, presenta ocho piezas individuales y una instalación conformada por cincuenta piezas de pequeño formato.
En su obra, Rabí Montoya también reflexiona sobre la memoria y las experiencias vividas, los registros emocionales y físicos producidos en el transcurso de la vida. Sus piezas un tránsito entre lo real y lo representado. Parece que nos moviéramos en un espacio de contornos poco definidos, en un área fronteriza donde los límites suelen no ser precisos y los acontecimientos se suceden en la relación obra-espectador. La estructura ambigua de sus obras es un recurso visual abierto y deliberadamente inestable, para obtener híbridos imprecisos, repletos de texturas y patrones, que terminan construyendo laberintos y espirales, otra característica propia del trabajo de Rabí Montoya.
En su obra la unión entre materia y representación, entre figuras y abstracciones es equivalente a su objetivo de mezclar lo visual con lo narrativo, lo contemporáneo con lo ancestral. No se puede dejar de mencionar que todas las obras de Rabí Montoya son primordialmente plásticas, que en ellas son admirables los colores y el manejo del barro. Su serie de piezas presenta un patrón de líneas que crean un efecto óptico de movimiento y vibración, reforzando la sensación de continuidad y crecimiento. Las formas también sugieren falos y vulvas, un conjunto híbrido de emociones humanas.

Manuel Velázquez
Septiembre 2011