Manuel Velázquez: preguntas libro educación
y arte por Omar Gasca
1.
¿Qué diferencias adviertes entre los jóvenes
estudiantes de artes de hoy y los de tu generación?
Más
que un cambio de actitud en los estudiantes, veo un cambio en la
especialización de los estudiantes, diferente al enfoque que existía en mi
generación; la comunicación y la información adquiere hoy un estatuto
específico. También veo un cambio en cuanto a la escuela como espacio
interdisciplinario, desde y donde, se hace (re)pensable la relación entre
estudiantes y profesores; entre arte, escuela y sociedad. Más que un nuevo
modelo educativo lo que se debe proponer es una nueva manera de hacer arte, pensar
el arte como un proceso de investigación.
Con esto hago hincapié en la importancia de repensar el papel del
arte como forma de conocimiento. Pensar el arte de manera multidisciplinaria,
con profundos conocimientos de tecnologías, filosofía, sociología, sicología,
etc. Optando por un pensamiento complejo para ligar estas distintas esferas,
para abarcar fenómenos de desborde cultural: mecanismos comunicativos que no
obedecen solamente a las leyes del mercado y a las redes de circulación
centralizadas y controladas. Ante un pensamiento horizontal, tenemos que
avanzar a “regiones fronterizas” a nuevas zonas de contacto con fenómenos que
parecerían ser autónomos o segmentados. Cuestionar los límites que la especialización
moderna del arte ha erigido. Es aquí donde veo el reto mayor de las nuevas
generaciones y por supuesto también aquí el aporte mayor.
2.
¿Cuáles son las carencias mayores de los
jóvenes artistas formados en la academia?
Permíteme
dar un giro para explicarme mejor y dar respuesta a tu pregunta. Continuemos el
ejercicio de la respuesta anterior, sigamos el pensamiento complejo que nos
permite ver el arte como una forma de conocimiento y de investigación
multidisciplinaria. Creo que la idea es mutar de un arte centrado en la
manualidad a uno centrado en la investigación, el conocimiento y la movilidad
de conceptos. Bateson en su noción de “ecología de la mente” conecta la
metáfora cibernética (el flujo) a la metáfora “ecológica” (el ambiente) para
describir un modus operandi de la
mente que es multidireccional. Habla de una “biósfera” donde el ser humano
aprende, confiere sentido a las cosas y a sí mismo por la interacción múltiple
practica un “saber incorporado” y una “narración actuante” en vez de un “saber
sobre” o una “narración sobre”. Así, la noción descontextualizadora de la
lógica como modelo de la mente es puesta en jaque por Bateson, a favor de una
“ecología de la mente”. Es decir, a favor de modelos, formas, matrices, por las
que se conectan procesos mentales disímbolos.
Aplicando estas ideas a tu pregunta: la educación actual del arte
debe buscar un concepto abierto que apunte a un mundo de interacciones,
trasgresiones, desplazamientos culturales y sistemas discursivos múltiples. En
palabras de Bell: el problema de los cambios profundos no es la tecnología como
tal sino el reto de elaborar nuevas “tecnologías intelectuales” capaces de
combatir contra una “complejidad organizada”. Se trata de experimentar y
desarrollar un pensamiento desprejuiciado ante la inusitada complejidad de lo
social, lo político, lo cultural. Este modelo de pensamiento que no es “lógico”
sino “ecológico” es lo que está haciendo falta en la academia, en donde los
estudiantes salten las lógicas verticales de la manualidad, la estética y el
arte para que se manifieste como espacio de conocimiento e investigación,
haciendo posible nuevas identidades culturales. En este sentido, la necesidad
mayor de los jóvenes artistas es romper con el molde tradicional del arte.
3. ¿Te
parece necesario o por lo menos recomendable que los profesores de arte sean
también productores?
Siguiendo mis propias respuestas considero que no. Se trata de nutrir al
arte con distintos conocimientos, estos ayudan a acentuar las innovaciones, a mover visiones homogéneas y
estáticas. Considero que una escuela debe contar con distintos perfiles entre
sus académicos, sí debe haber productores pero de conocimiento, gente activa,
que aporte.
4.
Como artista, académico, curador y
funcionario cultural, ¿cuál crees que debe ser el perfil de un profesor de
arte?
Para mí, el lugar de los creadores actualmente es una larga cadena de
coproducción que conlleva mutaciones importantes sobre la visión tradicional
del artista-creador. Hoy tenemos personajes múltiples, algo así como
curador-artista-gestor, todo “en cascada”, se trata de un curador que es
artista y gestor y que moviliza a su vez otras funciones. Este enfoque propone un
descentramiento de las dinámicas lineales. Propongo pensar “ecológicamente”,
permitir romper las fronteras que durante mucho tiempo separaron las
disciplinas. Propongo profesores con perfil múltiple. Estoy pisando un terreno difícil. Se
trata de apuntar a una de las problemáticas específicas de la educación
artística actual, donde sabemos que no hay un futuro laboral pleno para todos
nuestros estudiantes. Tenemos que ser creativos en la solución de este
problema, buscar perfiles múltiples facilitaría la integración de nuestros
estudiantes en la sociedad. No se trata de ser “todólogos” sino de generar
nuevos caminos para el arte, la investigación y el conocimiento.
La pregunta es ¿cómo organizar prácticas y estrategias para el
buen devenir de nuestros estudiantes y sus familias? La respuesta pasa por las
iniciativas conceptuales que acabamos de comentar.
5.
¿Cuál debe ser el perfil de ingreso de un alumno?
Una perspectiva “ecológica” del perfil de ingreso, buscaría identidades
provisorias, sujetos flexibles capaces de modificar su línea de pensamiento. Lo
que tenemos ahora es un “perfil rígido” dentro de un “modelo flexible” que no
termina de consolidarse. Queremos solamente productores de arte en un mercado
local inexistente y en un mercado global saturado de propuestas. De nuevo, hay
que buscar en las zonas fronterizas, en los cruces con otras disciplinas, en la
interacción del arte con el diseño, la arquitectura, el entorno.
6.
De acuerdo con el mundo tal cual es y tal
como se avecina, ¿qué es lo que sobre todo deberían aprender los alumnos de
artes visuales?
La
escuela debe mostrar un desarrollo problemático del arte, que es parte de la
reorganización de las prácticas y lenguajes contemporáneos, no partir de una
base estable, partir de una base en movimiento. Enriquecer la noción de arte a través de matrices
transdisciplinarias y móviles. Este acercamiento al arte ha de revelar un nuevo
punto de partida, tanto en su base epistemológica como a nivel de los
argumentos que se van a desarrollar en la academia.
Para generar un perfil de egreso, vale preguntar ¿Por dónde pasa,
en las reflexiones sobre la educación artística, el desafío de la educación en
un mundo globalizado?
Para mí, pasa por nuevas zonas de contacto entre saberes y
experiencias culturales, pasa lejos de aquel mapa de “centro-periferia” que
durante siglos fue administrado dicotómicamente a favor del “centro”. Pasa por
la discusión de la educación desde un espacio donde se negocien diversas
experiencias. Pasa por un horizonte en movimiento, el cual permite
interrogarnos constantemente sobre nuestras certezas y saberes.
7.
Hay problemas de diversa índole en la
formación institucional de los artistas, en algunos lugares más, en otros
menos. ¿Qué problemas reconoces y a qué los atribuyes? ¿Cuánto cabe atribuir a
las deficiencias generales de la educación y a la falta de sensibilidad
política al respecto?
En la
respuesta a esta pregunta se cruzan muchas necesidades, en donde los nexos
entre lo cognitivo y lo político son de los más explosivos. Tenemos un país
donde la educación básica, media y media superior no solamente es precaria,
sino “intencionalmente precaria”. Juicio que asume desde la practica de la
docencia, el reto “moral” de una “complicidad” con el abandono de la necesaria
lucha por una mejor educación en nuestra sociedad.
El problema radica en el destiempo
para adquirir cierto conocimiento y las asimetrías entre los diferentes niveles
de educación de nuestros estudiantes. Tenemos estudiantes universitarios que no
saben leer, que no pueden articular palabra y pensamiento. Hay carencias de
todo tipo. Pero lo que agrava esto es que políticamente hay simulación y
también hay escepticismo frente a estos problemas.
8.
En la formación institucional es necesario
pero cada vez más complejo el hecho de articular el conocimiento empírico con
la reflexión y la crítica. ¿Qué piensas al respecto?
Tal
perspectiva invita a ir más allá de los medios tradicionales del arte y de su
educación. Comprendiendo las interacciones y los desplazamientos del arte y sus
“mediaciones” heterogéneas. La interrogación que aquí planteas sirve para
marcar líneas alrededor de un concepto transdiciplinario que permita una
formación de mayor alcance.
9. De
acuerdo con tu experiencia, ¿qué sucede con la investigación al interior de las
escuelas de arte? ¿Qué debería ocurrir
con ella?
Continuamente en la enseñanza profesional del arte se plantea ¿cómo
diseñar un método de investigación desde el arte que relacione adecuadamente la
percepción, que es una parte importante en los asuntos artísticos? ¿Cómo abordar adecuadamente desde la
investigación artística los atributos
procesuales, constructivos, productivos y creativos del pensamiento artístico? Esto
porque el razonamiento científico es un medio necesario pero insuficiente para
indagar un tema artístico. El análisis científico es útil pero insuficiente
para abordar todos los problemas artísticos. Puede que la idea de comprobación
o verificación no sea totalmente adecuada para el mundo cambiante del arte que
es muy distinto al científico.
También existe la necesidad de aclarar cómo
enseñar de manera significativa la investigación desde el arte. Generalmente, en la enseñanza artística, se
anima a los estudiantes a ser “expresivos”, lo que significa en la práctica,
que adopten una actitud exploratoria, sin ningún propósito o idea, en nombre de
la creatividad y la libertad. Por tanto, el propósito de enseñar la
investigación desde el arte es ayudar a los estudiantes a formar ideas que
guíen su trabajo. Ayudarlos a comprender que los artistas tienen algo que
decir, que su trabajo es guiado por una idea que se plasma en el material mediante
una forma. Destacar la importancia de la intención, no significa, que las
intenciones deban de ser fijas para siempre, no deben serlo. Deben ser
flexibles, pero dentro de esa flexibilidad, deben guiar el trabajo. Pues, los
propósitos se plasman mediante el uso de materiales que alcanzan la condición
de medios, es decir, los materiales expresan las intenciones del artista.
10. De
acuerdo con tu experiencia, ¿hace falta reflexión en todas las esferas
involucradas o sólo en las inmediatas, las más próximas, que involucran
directores, profesores y alumnos?
Desde
luego, hace falta reflexión en todas las esferas involucradas. Lo que yo veo es
un desencuentro significativo en lo político, lo social y lo que queremos en la
educación de nuestros estudiantes. Vivimos un momento social complicado, donde
ni la educación básica tiene su lugar primordial en las decisiones y programas
gubernamentales. Lo teóricamente importante y lo políticamente crucial está en
la necesidad de pensar más allá de lo “conveniente”, y de enfocar aquellos
procesos que se generan desde la articulación de políticas educativas y culturales
adecuadas y congruentes. Necesitamos políticas educativas y culturales que
proporcionen el terreno para elaborar estrategias que permitan nuevos signos de
desarrollo, así como lugares de colaboración.
Pero también hay reflexiones que deben de generarse en las esferas
más próximas, en las decisiones que involucran a directores, profesores y
alumnos, a muchos no les interesa ni lo que pasa en ellos, ni con ellos.
La educación artística en particular, tiene pendiente una
reflexión sobre medios y usos del arte y sobre sus productos y el espacio
social y cultural. Tal perspectiva que va más allá de las academias tiene que
replantearse tarde o temprano dentro de las escuelas de arte. La distribución social
del arte implica mecanismos de apropiación conceptual por parte del público,
por lo que se hace necesario discutir los caminos de una constante formación, gestión
y difusión del conocimiento y del arte, así como de su mediación social.
11. De
cara a las circunstancias económicas y sociales actuales, las escuelas de arte
¿no condenan al egresado al desempleo?
Las estadísticas son contundentes: de cada cien aspirantes que entran a estudiar la carrera de artes
visuales, acaso ocho llegan a obtener
su licenciatura, cinco permanecen dentro de su profesión y apenas uno gozará del éxito. Ante esto es
lógico que algo anda mal.
12. ¿Cómo
concibes el papel o la función del artista en la sociedad actual?
Para mí, el arte es indisoluble de la práctica social, funciona como
catarsis y sublimación individual; como experiencia compleja, integral,
informativa, recreativa, placentera, intelectual y lúdica. Como medio de
comunicación y sublimación de valores, ideas, técnicas, mitos, tradiciones y
conocimiento que el artista comparte con sus semejantes. La función social del artista hoy acentúa
estas interacciones complejas entre niveles y formas de sensibilidad individual
y colectiva, que trasciende el uso político del arte y el principio convencional
del término arte.
Uno de los fuertes recursos de
conocimiento y legitimación del arte reside en la alteridad cognoscitiva que él
proporciona a los distintos campos del saber. En la vida diaria, incluso
cuando transcurre sin sentido y propósito, la gente se vincula comúnmente con
el arte y la creación, lo que pasa es que esto no es evidente, pues cuando
pensamos en “arte” en realidad pensamos en el “mundo del arte” y sus productos.
En las condiciones de la vida diaria prevalecen formas de comunicación y
creación donde se hace necesario el arte, donde seguramente surge el “arte”
como forma de conocimiento.
13. ¿Tiene
sentido hoy, para los jóvenes que aspiran a ser artistas, la formación
académica típica?
No se
trata de negar la importancia del “oficio” sino de ir más allá del pedido
tradicional de los estudiantes. Muchos vienen a la universidad a desarrollar
una habilidad manual, no está mal, pero hay que mostrarles que el arte puede
ser mucho más. Mostrar la existencia de nuevos paradigmas de representación,
hablar a favor de la investigación artística.
Pensar en el diálogo entre “posiciones nómadas” es una de las
tareas que queda por enfrentar en las escuelas de arte. Este diálogo tiene sus
“zonas de contacto” entre lo tradicional, lo moderno y lo contemporáneo y sus
identidades provisorias. Por eso insisto en una perspectiva “ecológica”.
Lo característico de ésta no reside simplemente en la mezcla de lo disperso
sino en las des-articulaciones de modelos homogeneizadores del arte. La perspectiva “ecológica”
nace de las articulaciones comunicacionales entre rasgos de diferentes
formaciones y experiencias (la modernidad, el arte contemporáneo, las
tradiciones locales, la socialización del arte, la recomposición y restitución
del sentido de lo cultural). Una
perspectiva “ecológica” busca nexos y mediaciones entre lo supuestamente
incompatible.
14. Frente
a la noción típica de artista, ¿cuál propones?
Propongo
los espacios, los cruces y las negociaciones entre lo culto, lo popular y lo
masivo; entre el arte, el diseño y la arquitectura; propongo un espacio donde
se suspendan las lógicas modernas de originalidad, de genio creador, de pureza
artística. Propongo la creatividad cognoscitiva.
Lo anterior nos lleva a consecuencias metodológicas en el quehacer
artístico. Desde aquí hay que marcar un puente entre las transformaciones de lo
artístico y los retos de lo que llamamos “mercado del arte”. Este puente nos
ayuda a pensar más allá de lo tradicional.
Por otro lado, el llamado “arte contemporáneo” nos permite
utilizar distintos recursos, lenguajes y medios, y una combinación heterodoxa
de disciplinas, saberes y órdenes. La diversidad, el movimiento y la búsqueda
transdisciplinaria marcan un potencial para las prácticas artísticas actuales.
15. ¿Cómo
ha evolucionado tu pensamiento con relación a la creación, a la producción de
obra y al sentido de ésta? Tengo la
impresión de que en los últimos años tu visión del arte ha cambiado
radicalmente de la que tenías. Si esto es así, que es lo que más influyó en el
cambio?
La teoría del arte ha ejercido una enorme influencia
sobre la evolución de mi trabajo en la última década. Quizás esto sea debido a mi
formación académica actual, que transcurre entre la producción, la gestión y el
estudio del arte. La teoría se ha ido reforzando como una poderosa plataforma
dentro de mi desarrollo, que se regula en mi producción en obras de lecturas
sencillas. En un plano formal mi obra plantea las dificultades propias de un
arte basado en el significado y en la necesidad de una lectura crítica de la
pintura, pero que no deja a un lado las preocupaciones sobre los materiales y
las formas. Mi intención es trabajar con una actitud abierta, más
que con un modelo cerrado o estilo, la parte fundamental es un ejercicio sobre
los conceptos que resulta de una labor deconstructiva que permite reformular
significados y significantes. Por eso podemos decir que en mi obra, se desplaza
desde las teorías a los procesos, esto tiene que ver con el uso de los
materiales y las posibilidades del lenguaje artístico.
Por otro lado, siempre me han
gustado las situaciones donde los opuestos se encuentran; lo natural y lo
artificial, lo artístico y lo artesanal, el contenido y el vacío de contenido,
lo anecdótico y lo significativo. Me interesan los conceptos que siempre están
chocando. Ese tipo de tensión que se da en la periferia de las ideas es muy
importante para mi trabajo creativo y es algo que percibo como una continuidad
en mi trabajo. De esta manera, la producción y la teoría artística funcionan
como las dos caras de un proyecto personal cuyo objetivo es la comprensión del
sentido del arte y sus representaciones.
16. ¿Estamos
saturados de imágenes o sólo lo estamos de la misma clase de imágenes?
En nuestra época caracterizada
por el antropólogo Marc Augé como sobremodernidad; vivimos no sólo en una
cultura predominantemente visual sino en una cultura y una existencia en la que
las relaciones personales están establecidas como relaciones entre imágenes; vivimos
en una época dominada por el fetichismo de la imagen. Como mercancías, las
imágenes inundan hoy nuestra existencia cotidiana. Por lo tanto, las imágenes
suelen repetirse pero parecer a la vez nuevas dentro del sistema de mercado.
Es difícil resistirse a la tentación de no citar a Debord cuando hablamos
del exceso de imágenes en la sociedad contemporánea, lo escribí para esta
entrevista: "El espectáculo es el capital en un grado tal de acumulación
que se transforma en imagen". La multiplicación de las imágenes es pues,
uno de los síntomas de la sociedad actual, que Debord describió como “sociedad
del espectáculo” en 1967.
17. Al
margen de las explicaciones de Danto, ¿qué te dice la idea de “el fin del
arte”?
Como sabes, para Danto la afirmación de que el arte había terminado era
una afirmación acerca del futuro, no se trataba de que no habría más arte, sino
de que dicho arte sería arte después del fin del arte, arte poshistórico.
Es de notar, pues, que "fin del
arte" o "fin de la era del arte" no equivale en absoluto a decir
que se ha acabado la producción artística o que el arte ha muerto. Dicha
expresión apunta a una cosa por entero distinta. Tomando prestado el concepto
de Hegel, Danto habla del fin del arte en términos del arte que se había venido
produciendo: del espíritu en el cual el arte había sido hecho. Lo que se ha
acabado es una historia, dice Danto, y de ahí el adjetivo de posthistórico. Lo
que ha ocurrido es un cambio de paradigma. Este cambio de paradigma ha
permitido desmontar los andamios ideológicos de la modernidad, replanteando lo
universal, lo único, lo original, lo artístico, entre otras cosas; ha promovido
una diversidad de expresiones y lenguajes, revalorando la transformaciones y la
utilización de nuevas expresiones artísticas, y por esto ha constituido un
elemento fundamental en el estudio del arte.
Pero como dices, al margen de las
explicaciones de Danto, yo diría que el arte, como cualquier forma de
conocimiento humano, es un conocimiento inacabado y abierto. Puedo afirmar que los nuevos tiempos,
traerán consigo cambios radicales en la producción, distribución y consumo del
arte, moviendo los lenguajes artístico a nuevas y más variadas formas de hacer
arte, y en consecuencia haciendo al creador menos especializado y más atento al
trabajo transdisciplinario y al uso de nuevas tecnologías y lenguajes. Además,
se percibe la urgencia por transitar a obras que puedan insertarse en la vida
comunitaria, es decir la idea del arte ha de variar de manera notoria, ya que
la crítica y los análisis en las diferentes áreas del conocimiento, como la
física, la filosofía, la antropología, sicología, sociología, política,
literatura, lingüística y pedagogía entre muchas otras, han dejado también su
huella en la creación artística. Por ello en la educación del arte se ha de
considerar un enfoque mucho más dinámico, interdisciplinario y siempre abierto
a una continua revisión de sus principios y valores.
Hay
que notar, que en la era del "fin del arte" la economía y sus
estrategias, la política y la religión, la información y el conocimiento, la
técnica y las prácticas sociales, parecen hoy de sumo interés para el artista
que vive en un mundo complejo. El espíritu crítico parecería ser una meta
fundamental en la educación artística a fin de que el egresado esté abierto y
pueda discernir la propia construcción de su mundo que no sólo es el artístico
sino también el ideológico, el político, el económico, el humano y el
espiritual.
18. ¿Se
ha democratizado la imagen?
La
comunicación a nivel global, el uso de Internet y los medios masivos de
comunicación parece que han democratizado el “uso de las imágenes”. Pero el
problema difícil es la democratización cultural e intelectual: el uso y
disfrute de los bienes culturales y el acceso al conocimiento y el saber. El
mundo de hoy, parece enseñarnos que el conocimiento no pasa por las
instituciones sino por la construcción de redes entre comunidades e individuos.
19. ¿Es
necesario hoy el arte? ¿Lo es más o
menos que en otras épocas?
Podemos contestar la pregunta con lo
siguiente: sobre todas las cosas, cada época pugna por su propio arte. En
efecto, cualquier época inevitablemente nos pone a merced de los vaivenes de
los acontecimientos, de un destino común, que nos obliga a mantenernos en
constante comunicación con nuestro entorno inmediato y que propicia un
determinado tipo arte. Esto es sorprendentemente evidente en el caso del arte
actual, que por definición es reflejo de la sociedad que lo produce.
20. ¿Cómo
puede contribuir el arte a aminorar y eventualmente a contrarrestar siquiera un
poco las diversas crisis del hombre actual?
En una era como la nuestra, en un tiempo poshistórico y, de alguna
manera, pos-idealista, los trastornos del arte confluyen con la crisis de la
cultura contemporánea. Sin embargo, la cultura sigue siendo la vitamina
que exige la formación integral del individuo, para que pueda vivir con todo su
potencial. El arte de alguna manera es
una manifestación de la libertad del sujeto. La función del arte es también el
desarrollo integral de la personalidad. La creatividad permite abordar
problemas en todos los ámbitos de la vida. El crecimiento de cada persona es
muy distinto dependiendo de la cultura de la cual se nutre. Tus aficiones,
inquietudes, deseos e ideologías están directamente relacionadas con los libros
que lees, las películas que ves y las canciones que escuchas. A pesar que los
problemas de la vida diaria trascienden las disciplinas particulares, no podemos
olvidar que estamos atravesados por condicionamientos culturales, políticos,
sociales, morales y religiosos; hay una cultura que se está manifestando
constantemente, hay una manera de pensar, una clase social, en fin para poner
en comunión todo esto sirve el arte.
También pienso, que para que haya creación,
tiene que haber necesariamente un disgusto con la realidad, una inconformidad:
es como decir “no estoy conforme con esto y quiero crear otra cosa” y
esto desde mi punto de vista, sirve para aminorar siquiera un poco las diversas crisis del hombre actual.
21. Si
estuviera en tus manos la decisión de las políticas públicas relacionadas con
la educación en general y con la educación artística en particular, ¿cuáles
serían las decisiones que tomarías? ¿Qué filosofía habría detrás?
Yo asumiría la propuesta de Arnheim
que señala que el sistema educativo se tendría que dividir en tres materias
básicas: la filosofía, que incluiría la lógica, la epistemología y la ética; el
aprendizaje visual y el aprendizaje lingüístico. Según el autor, estas tres
materias se relacionan con todas las demás y sirven para todos los aspectos de
la vida. Tú lo has señalado también: saber hacer, saber pensar, saber decir. Hay
decisiones en las que hay que ser más bien como el jardinero: saber cuándo
sembrar y cuándo no hacerlo; la vida es en ese sentido también un oficio.