Bicentenario. Diez Miradas Latinoamericanas en el siglo XXI
Después del festín de los veintiocho mil tamales
El término América Latina no implica actualmente, una coherencia o una comunidad de intereses económicos, políticos o sociales, más bien ofrece un panorama abierto susceptible de ser interpretado poliédricamente. El bicentenario de independencia de los países latinoamericanos, ha convocado amplios y contradictorios debates, que subrayan su inestabilidad para determinar colectivos, definiciones e interpretaciones. En México, hace cien años, Porfirio Díaz realizó un festín de veintiocho mil tamales para celebrar el Centenario de la independencia de México, este año, el presidente Felipe Calderón realiza un festín superior, con el infame gasto de 2 mil 900 millones de pesos, cinco veces más que lo que gastó Argentina y 75 veces más que lo que destinaron Chile y Colombia a celebraciones similares. Fue tal borrachera de excesos y de falta de transparencia que no queda más que dar tiempo a la reflexión. Más allá te tirar cuetes, tomar alcohol y bailar, este momento hay que aprovecharlo para cuestionarnos ¿qué significa ser latinoamericano hoy? ¿Qué compartimos? ¿Qué significa ser mexicano? ¿Y colombiano? ¿argentino? ¿chileno? ¿Qué identidad nos une hoy?
El Museo Mural Diego Rivera, Ciudad de México, en un esfuerzo por extender esta reflexión a las artes visuales, inaugura el 9 de noviembre la muestra Bicentenario. Diez Miradas Latinoamericanas. Esta exposición revela aspectos del arte contemporáneo de cinco países que coinciden en su Bicentenario: Venezuela, Colombia, Chile, Argentina y México. Para esta muestra, el museo solicitó a Graciela Kartofel realizar una curaduría, la decisión que tomó fue presentar una exposición que permite observar desde una mirada crítica, las nuevas orientaciones del arte del sur del continente dentro de los fenómenos artísticos contemporáneos. Kartofel, con esta curaduría promueve un sentido especial de recuento, que permite observar otras perspectivas desde las cuales intentar miradas de conjunto sin sustantivar la totalidad ni sacrificar la diferencia. Interesa entonces observar, cómo los artistas latinoamericanos responden hoy a la noción de identidad en un mundo globalizado.
Mauricio Lupini y Nayarí Castillo de Venezuela; Álvaro Barrios y Lina Leal de Colombia; Iván Navarro y Víctor Pimstein de Chile; Sergio Fasola, y Lucía Warck-Meister de Argentina; además del veracruzano Roberto Rodríguez y quien esto escribe de México, somos los diez artistas convocados por Kartofel. Esta curaduría presenta visiones y actitudes artísticas diferentes, invitando a reflexionar sobre nuestra “identidad” o nuestra compleja condición cultural que de acuerdo a Cecilia Fajardo-Hill, está conformada por un proceso dialógico lleno de contradicciones acerca de nuestra condición colonial, neocolonial y de reinscripción histórica. La curaduría hecha por Kartofel, aborda de forma compleja y sutil las implicaciones de la interrelación cultural e intelectual siempre cambiante entre los países de América Latina.
Si bien hoy el mayor énfasis en el arte de América Latina es señalar identidades y formas de cultura, las distintas visiones que abarca la obra de los artistas convocados, son de múltiples raigambres culturales. En esta exposición, las disímiles facetas de la región permiten una visión holística de la identidad latinoamericana, más allá de las limitaciones de la globalización y de la falsa relativización de lo internacional. Para Kartofel, América Latina y su arte se piensan dentro de una perspectiva muy flexible, como una formación multicultural, unida por lazos geográficos, históricos, económicos y sociales que están sujetos a debate y discusión. En la presentación de los artistas Kartofel señala :
“Lucía Warck-Meister incentiva al paseante y al espectador desde la fachada, Manuel Velázquez crea un nuevo expresionismo de vertiente étnico-conceptual. Roberto Rodríguez crea una simbiosis de formas vegetales y atributos indígenas (cuyo trabajo establece nexos en imaginería, creencias y prácticas artísticas del pasado, fundamentándose en el acervo de África y América precolombina). Víctor Pimstein conceptualiza el horizonte latinoamericano. Iván Navarro declara la aguda sutileza de quien piensa lo cotidiano. Mauricio Lupini nos anticipa lo que podrá ser llegar a ser la foresta tropical. Lina Leal brinda una iluminadora ducha intelectual. Sergio Fasola juega con las composiciones irónicas y las ofrece recomponibles. Nayarí Castillo hace del video una bandera y una experiencia humana. Álvaro Barrios aporta truenos y relámpagos de ironía estético política surrealista.”
La mirada de estos artistas oscila entre un adentro (lo propio) y un afuera (lo extraño) que significa ir generando un arte donde esos dos polos, aparentemente contradictorios, se unen. El Museo Mural Diego Rivera connota ser el espacio idóneo para esta revelación. Qué mejor que el mural contiguo de Diego Rivera, para unir las distintas miradas. Bicentenario. Diez Miradas Latinoamericanas, es una exposición de individualidades, interactiva, en la que espectadores y artistas forman parte de la experiencia reflexiva y estética.
Manuel Velázquez
Xalapa, noviembre 2010
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