viernes, 18 de febrero de 2011

La vida es también un oficio



La vida es también un oficio
Entrevista a Manuel Velázquez
Por Frida Mazzotti

El día es frío y húmedo. Es un día típico xalapeño… abriéndose paso entre su perra San Bernardo: Yoruba, Manuel Velázquez se aproxima a la reja y ríe, tras una broma que es más bien una señal de bienvenida, me invita a su casa-taller, este ambiente le confiere a esta reunión un cierto tono formal y sin embargo lúdico. La presencia de Yoruba acentúa ese carácter. En el marco de una breve sesión de saludos y elogios mutuos, motivado por un comentario en torno a la diversidad de su quehacer artístico y cultural, Velázquez da pie a la entrevista:
Manuel, dices que el arte es una cuestión de disciplina porque exige un oficio, pero por tu cercanía con Omar Gasca, pensaría que permaneces cercano a la noción  de “transdisciplina” ¿El  arte es una cuestión de transdisciplina, disciplina o indisciplina?
Yo diría que el arte, como cualquier forma de conocimiento humano, es un conocimiento inacabado y abierto, la creatividad es un tipo de razonamiento que puede ser intelectual o perceptual o una combinación de ambos, la actividad creadora actúa tanto consciente como inconscientemente, pero se debe buscar un equilibrio entre materia intelectual e intuición. En este sentido, considero que el arte no es nada más disciplinario, sino también transdisciplinario.
Indisciplinado sí, pero depende a qué nos referimos con ese término. El arte de alguna manera es una manifestación de la libertad del sujeto artístico, pero no podemos olvidar que ese sujeto está atravesado por condicionamientos culturales, políticos, sociales, morales y religiosos; cuando trabaja, aunque trabaja en soledad, hay una cultura que se está manifestando, hay una manera de pensar, una clase social, en fin. También pienso, que para que haya creación, tiene que haber necesariamente un disgusto con la realidad, una inconformidad: es como decir “no estoy conforme con esto y quiero crear otra cosa”. En ese camino bastante ambiguo y bastante contradictorio siento que se mueve el arte.
Ambiguo y contradictorio, como los diversos caminos de tu labor cultural. En tus diferentes desempeños se hace evidente que hay “oficios” o funciones dentro del arte cuyo perímetro parecía delimitado, pero en los que hoy se está operando una apertura. Tenemos testimonio de esto en la multiplicación reciente de artistas-curadores o artistas-galeristas, también de coleccionistas-curadores…
Sí, hoy tenemos personajes múltiples, algo así como curador-artista-gestor, todo “en cascada”, se trata de un curador que es artista y gestor y que moviliza a su vez otras funciones más. Para mí, el lugar de los creadores actualmente es una larga cadena de coproducción que conlleva mutaciones importantes sobre la visión tradicional del artista-creador.
Estos factores (mutaciones como tú le llamas) de estructuración del universo profesional del artista, se hacen patentes en ti ¿Cómo se da esto?
Esto tendría que ver, en principio, con mi formación. Yo me inicié como creador en la Facultad de Artes Plásticas de la Universidad Veracruzana, pero desde mi egreso me he dedicado a la gestión y administración cultural, sin abandonar nunca la creación. En los últimos dos años se hace patente esto, pues estudié la maestría en Estudios de Arte en la Universidad Iberoamericana, lo que me permitió profesionalizar y ampliar mi universo de acción. De esta manera es que actualmente me dedico a la creación, gestión y curaduría de exposiciones. Pienso que cuando estas tres formas se unen y son congruentes consigo mismas se logra una visión integral del arte.
Dentro de este panorama, existe en el país una especie de condicionamiento para toda labor creativa en términos de su dimensión social ¿Tú crees que el artista debe jugar una función social?.
Para mí, el arte es indisoluble de la práctica social, funciona como catarsis y sublimación individual; como experiencia compleja, integral, informativa, recreativa, placentera, intelectual y lúdica. Como medio de comunicación y sublimación de valores, ideas, técnicas, mitos, tradiciones y conocimiento que el artista comparte con sus semejantes.
Sin embargo en términos de la función social de arte, hay diferentes maneras de acercarse a ese punto. Como autor sólo te preocupas de que tu idea sea clara, sea asimilable. Como gestor cultural tienes adicionalmente la posibilidad de mostrar una obra y de educar al espectador en relación a una técnica, a una manera de decir las cosas, a un movimiento artístico, a un tema. Esto tiene también que ver con la educación y la difusión, con ir generando nuevos públicos para el arte; personalmente he estado continuamente en proyectos, he participado activamente en la difusión cultural y creo que el trabajo esencialmente se tiene que hacer con los niños.
Ahora regresas a la gestión cultural, al Jardín de las Esculturas del IVEC, te toca entonces trabajar sobre estos puntos…
Así es, el Dr. Félix Báez-Jorge me ha invitado a trabajar al Jardín de las Esculturas de Xalapa del Instituto Veracruzano de la Cultura, y desde esta nueva plataforma me ha encomendado organizar exposiciones y coloquios, mediante un programa regular de actividades centradas en la investigación de la escultura contemporánea, la creación artística y la formación de públicos; apostando por introducir nuevas consideraciones en estos ámbitos.
En ese sentido ¿Cuáles serían las actividades que tienes planeado realizar en este espacio?
El JEX mantendrá el empeño de facilitar el acercamiento de sus exposiciones al público. Prestando atención especial a la curaduría y al montaje de exposiciones a partir de propuestas de arte actual basadas en temáticas que pongan a dialogar artistas locales, nacionales e internacionales, de tal manera que permitan crear una reflexión permanente sobre la relación de nuestro arte con el arte internacional.
¿Nos podrías hablar un poco sobre algún proyecto en especifico?
Uno de los proyectos más importantes que queremos impulsar este año es el Tercer Coloquio Internacional de Escultura en Cerámica. Su objetivo es analizar aspectos en torno a la cerámica relacionando prácticas utilitarias y artísticas, pensando sobre el espacio y el tiempo en esta disciplina. Se presentarán exposiciones, conferencias, mesas redondas y diálogos entre artistas y público. El foro académico se desarrollará en tres días consecutivos, en sesiones de mañana y tarde, con tres ponencias diarias y actividades complementarias, como visitas a talleres y exposiciones. Este evento está destinado a los artistas que utilicen la cerámica como medio de expresión, curadores e historiadores de arte, estudiantes de arte y público interesado.
Bien Manuel, tengo la impresión de que te espera un año de mucho trabajo.
Así es. Hay decisiones en las que hay que ser más bien como el jardinero: saber cuándo sembrar y cuándo no hacerlo; la vida es en ese sentido también un oficio.


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