Lugar para ver, lugar
para sentir, lugar para pensar
El trabajo que presenta Manuel
Velázquez en esta muestra nos remite al lugar central del cuerpo y la
percepción en el modo de conocimiento específico de las artes plásticas. En conjunto constituyen una proposición
filosófica que rompe con las categorías cerradas de técnica y género artístico
para explorar y sustentar las diversas maneras de experimentar y otorgar
significado a la realidad por medio de la materia, pero no en el sentido
efímero que atañe a los objetos de consumo comercial sino en la forma de
relacionarse anímica y afectivamente con los artefactos. Escultura, pintura, dibujo e instalación,
además de las categorías de arte y artesanía, se entremezclan y entran en
diálogo en las cuatro series—Umbra, Urdimbre, Maquetas y Estructuras—que
constituyen la actual presentación, para proveer al espectador de experiencias
de espacio, forma, textura, tiempo y escala que sugieren significados a partir de
la vivencia, sin recaer en enunciaciones o representaciones denotativas. Así, el modo de enunciación del artista en
este caso nos lleva de la particularidad del trazo, soporte y superficie a las
relaciones de semejanza y diferencia construidas en el conjunto, y de vuelta a
la especificidad del acto de inscripción plástica, abriendo y enriqueciendo
nuestra posibilidad de leer y sentir tanto los objetos del pasado así como los
de la cotidianeidad contemporánea, y los ecos que provocan en la hondura de
nuestro ser.
Karen
Cordero Reiman
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