BOLETIN DE PRENSA
El futuro deseable del arte
Gasca, O, Bellon, Emilia y Velázquez, Manuel,
El futuro deseable del arte, Xalapa,
Facultad de Artes Plásticas UV y Universidad Veracruzana,
2012, 162 pp.
Presentación: Viernes 4 de mayo de 2012
13:30 hrs.
Galería AP de la Facultad de Artes Plásticas de la UV.
Participan: Sergio Domínguez, Carlos Torralba y los autores.
El futuro deseable del arte, de Gasca, Bellon y Velázquez, es un libro que resulta de la intención
de contribuir a la reflexión en torno diversos conceptos relacionados con la
producción, la distribución y el consumo de las artes, poniendo foco en el
sentido, la pertinencia, los medios y lenguajes contemporáneos y, sobre todo,
en el devenir, de cara a los presupuestos que, entre otros, la Revolución Cibernética,
la Era del Conocimiento y la globalización establecen. Surge a partir de una iniciativa de Gasca y
originalmente iba a constituirse a partir de uno o varios ensayos, pero el
artista, crítico y docente prefirió convocar otras voces, en principio las de la
escultora y fotógrafa Emilia Bellon y el artista visual e investigador Manuel
Velázquez, actual director del Jardín de las Esculturas.
Con
base en una discusión inicial se propuso y realizó una especie de ensayo
introductorio, un collage de ideas
que hace las veces de enunciado de los problemas y en el cual participaron Bellon, Gasca y Velázquez. Paralelamente se elaboró una lista de
artistas, críticos, escritores, docentes, filósofos, científicos,
historiadores, alumnos y exalumnos de México, Argentina, Cuba, Bélgica, Estados
Unidos, España, Francia, Italia, Uruguay y Venezuela, a quienes se solicitó su
respuesta a ¿cuál es el futuro deseable del arte?, interpretando la idea de lo
deseable como aquello que se anhela o quiere con vehemencia. Así, Díaz Infante, Buen Abad, Fontcuberta, Meyer,
Everaert-Desmedt, Retamar, Britto, Nechvatal, Montalvo, Giordano, Di Giusto,
Nylon, Domínguez, Rosales, Llanos, Fematt y otros entre alrededor de 50,
generosamente contribuyeron para darle cuerpo a un proyecto en el que también aportaron
lo suyo Ixta Alpizar y Adalberto Taffoya, como diseñadores, y Roxana Cámara en
la coordinación de producción, todo ello con el apoyo de la dirección de la
Facultad de Artes Plásticas de la Universidad Veracruzana.
El futuro deseable del arte es, a su
vez, un ejemplo de la transterritorialidad, de los modernos sistemas de
comunicación con sus respectivas velocidades,
pues el correo electrónico, el teléfono vía Internet y la grabación en
dispositivos móviles permitieron hacer en corto plazo (500 horas efectivas más
o menos, sumadas las de todos) lo que de otro modo hubiera llevado, si no años,
bastante tiempo más. De hecho, las correcciones
y breves traducciones del inglés se hicieron entre nosotros, pero fueron
revisadas en la ciudad de México y en Nueva York.
En
el libro, encontramos participaciones como la del artista y crítico César
Espinosa, que dice: “El panorama que se avizora para el arte en el futuro
próximo parece ofrecer oportunidades creativas inusitadas, pero igualmente
graves encrucijadas e interrogantes sobre el sentido y la profundidad que traen
consigo esos nuevos instrumentos tecnocientíficos. La pureza parece imposible
tanto en el mundo real como en el de las formas: la alquimia del verbo
y lo sensible ha llegado a su culminación (pragmática) y su exasperación
(axiológica). La intertransdisciplinariedad,
lo transversal, habrán de ser el eje fundamental de los
nuevos paradigmas artístico-culturales”
Tras
las diversas participaciones, a modo de conclusión Bellon, Gasca y Velázquez
elaboraron una suerte de “cadáver exquisito” en el que se “hilvanan” fragmentos
de las respuestas para crear un marco de reflexión, una guía, un conjunto de
pistas y de conceptos con los cuales y a partir de los cuales se puede debatir.
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