Mosaico de Imágenes
Paisajes naturales, fragmentos urbanos y el cuerpo imaginado
Tal vez porque cada día somos más
globalizados, y paradójicamente, al mismo tiempo más arraigados en nuestro
territorio, acabamos inevitablemente viendo las cosas unas veces por dentro y
otras por fuera. La condición de observador inscrito en los vaivenes del arte
veracruzano pero interesado en otros espacios, favorece ese juego de
perspectivas y una lectura inevitablemente parcial, híbrida, transversal.
Estas notas de
navegación crítica que hemos emprendido en esta colaboración dominical, pretenden
cartografiar algo del devenir de la cultura veracruzana; una situación de
situaciones (por su pluralidad), que permite reconocer el acontecer de las
artes visuales de Veracruz, a sabiendas de que se ha convertido en un espacio
amplio de análisis y de horizontes. Por lo que sólo cabe sumergirse en
aproximaciones generales pretendiendo “mapear” algo del territorio donde
estamos. Haber escogido esta opción, obliga a pensar en diversas cosas y en
varias direcciones, sobre todo cuando el cumulo de eventos no permite estar a
tiempo con los acontecimientos. De ahí que esta nota remite a una muestra
anterior que por su importancia no quisiéramos dejar de comentar.
La exposición Mosaico
de Imágenes con la curaduría de Josué Martínez Rodríguez, fue una muestra que
reunió artistas de la Facultad y del Instituto de Artes Plásticas de la
Universidad Veracruzana, dentro de los eventos del reciente Hay festival. La
selección partió de dos núcleos temáticos. El primero, ubicado en la Casa del
Lago; El cuerpo imaginado, muestra un panorama en torno a las
reflexiones del cuerpo humano; en sus formas y puestas en escena, en sus
condiciones físicas y culturales. Del retrato a la interpretación, de lo individual
a lo colectivo, de la sexualidad vista desde el erotismo a la sexualidad vista
desde la psicología. Abordar el núcleo temático desde diversas perspectiva
permitió restituir los modos de hacer y de sentir alrededor del cuerpo humano
que han desarrollado los creadores de ambas instituciones, además de sus
adquisiciones técnicas y materiales.
La noción de cuerpo
en esta muestra fue entendida en toda su complejidad. Para ello fue
imprescindible atender a las representaciones que de él se hacen; las creencias
que protagoniza y los efectos que su concepción provoca en cada creador. Este
núcleo temático, movilizó así varias formas de ver desde un enfoque
multidisciplinar. La muestra estuvo trazada en territorios que se extienden
entre la constricción y la libertad, entre el poder y la debilidad, entre lo
colectivo y lo individual.
El
segundo núcleo temático, ubicado en el Teatro del Estado; Paisajes naturales,
fragmentos urbanos, es una reflexión
acerca de la naturaleza y la ciudad. El paisaje es entendido en dos sentidos
estrechamente asociados entre sí. Por un lado, constituido por el conjunto de
interacciones y diálogos con el entorno. Por otro entendido como “memoria de
los territorios”, en la medida en que se trata de un significado construido a
lo largo del tiempo, y que puede ser objeto de interpretación. El paisaje es
memoria, porque se concibe como el orden simbólico y visual accesible a la
experiencia actual y cotidiana, que expresa las claves biográficas o los hilos
conductores de cada creador. Esto implica que este núcleo temático es portador
de un universo de significado, el cual puede descomponerse en los distintos
niveles de interpretación que han marcado la interacción entre el creador y su
medio. Así, el paisaje funciona como espacio interior, como medio para
comunicar individualidades y sentimientos personales que se tornan abstractos.
A pesar de sus
diferencias, ambos núcleos temáticos, presentaron diversas perspectivas en
torno a la creación artística dentro de la Universidad Veracruzana a partir de lo
que sus creadores vienen desarrollando con cierta profusión.
Manuel Velázquez
Noviembre 2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario