viernes, 28 de diciembre de 2012

Marketing de museos. ¿Segmentar o democratizar?



Marketing de museos. ¿Segmentar o democratizar? 

Neil Kotler y Philip Kotler proponen una variedad de métodos y herramientas para afrontar el problema de los públicos en los museos: promoción y comunicación, distribución de programas externos, imagen-marca, análisis de públicos, marketing de servicios, desarrollo de nuevos productos, autoevaluación de la organización y auditorías de marketing. El enfoque que proponen cubre todo aquello que los profesionales de los museos necesitan saber -desde planificación estratégica y elaboración de presupuestos, hasta publicidad-, al tiempo que proporcionan las herramientas básicas para crear y desarrollar un museo próspero y floreciente.
La orientación al consumidor (cliente, visitante o usuario) y el servicio constituyen el núcleo del marketing de los museos. Uno de los elementos fundamentales en la planificación de marketing es la aplicación de principios de segmentación de mercado, selección de público-objetivo y posicionamiento en el proceso de planificación estratégica.
Para construir su audiencia, un museo o cualquier espacio cultural, debe identificar toda la gama de individuos y grupos que estarían interesados en sus productos, así como focalizar a los otros segmentos que puedan tener un interés potencial. El museo tiene que determinar en qué segmentos centrar sus esfuerzos, tanto para atraer a nuevos públicos como para preservar los existentes.
Los museos al igual que otras organizaciones, no pueden “ser de todo y para todos”; desperdician recursos si intentan llegar a todos los públicos. Esto no quiere decir que los museos no deban tener una oferta amplia, pero tienen que priorizar individuos y grupos. Una vez definido su público-objetivo, el museo puede diseñar una imagen y un conjunto de ofertas que resulten atractivas.
De esta manera, el museo puede ser entendido como un sistema de engranajes que se coordinan e interrelacionan para formar una conexión con el público. Los museos permiten establecer modelos estéticos, leer rastros de objetos o representaciones, reflexionar sobre individuos, grupos, naciones o razas. Cualquier cosa puede ser colocada en un museo y cualquier cosa puede ser reinterpretada en el museo. Los museos no necesariamente refieren al pasado. Muestran la historia, separan el presente en un pasado específico, pero sus reliquias son elementos dentro de una genealogía para el presente.
Los museos se encuentran en un momento decisivo. Para garantizar su supervivencia han de demostrar que tienen un valor social, es decir, han de mejorar su función de servicio al público, con un mayor conocimiento de las necesidades y una voluntad de ofrecer experiencias gratificantes y útiles. Los museos y las galerías, deben examinar los modelos que han de seguir para potenciar sus funciones comunicativas. La mejor vía para lograrlo es tener claro cuáles son los objetivos que quieren comunicar. Es significativo destacar la importancia de conocer las necesidades específicas de su público-objetivo (escuelas, familias, personas con capacidades diferentes, entre otras) y proponer distintas políticas de exposición, educación y marketing orientadas a estas necesidades.
Así, en vez de contemplar el marketing como un elemento antagónico para la cultura, es importante utilizarlo para incrementar ingresos, públicos y recursos, respetando y fomentado la misión de los museos. Las herramientas estratégicas y de marketing nos permiten definir y alcanzar objetivos, aumentar la calidad y el número de apoyos, y construir museos económicamente saneados y vibrantes.

Manuel Velázquez
Diciembre 2012

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